El mercado inmobiliario argentino ha estado en una tendencia a la baja en los últimos años debido a una serie de factores económicos y políticos.

 

La inflación elevada y la incertidumbre económica han dificultado la compra de viviendas, mientras que la reciente ley de alquileres ha desincentivado a los propietarios a poner sus propiedades en alquiler.

Muchos propietarios han optado por vender sus propiedades debido a la incertidumbre sobre la renta futura que podrían obtener de los alquileres.

Además, la ley de alquileres ha aumentado los costos administrativos y legales para los propietarios, lo que ha contribuido a la tendencia a la baja en la oferta de alquileres.

A pesar de estos desafíos, todavía hay oportunidades en el mercado inmobiliario argentino, especialmente para aquellos que están dispuestos a asumir riesgos y buscar oportunidades a largo plazo.